miércoles, 24 de abril de 2013

Le gusta comerse el mar. Respiran al mismo tiempo, los dos se mueven sin parar.
Es un placer que duele mucho se dice así mismo , comer lo que amas.
Imagino que sería difícil dejar de hacerlo le pregunto.
Imposible dijo él.
El mar rugió como un león esa noche, esperándolo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario